WWF pide que los Sitios Patrimonio Mundial estén libres de combustibles fósiles
Acaba de clausurarse en Sydney el Congreso Mundial de Parques que analiza el estado de las áreas naturales protegidas del mundo cada diez años. El resultado ha sido una promesa colectiva para incrementar los esfuerzos de conservación, inspirar a nuevos grupos de interés e invertir en parques marinos y terrestres. En total, durante un evento de WWF, se anunció el compromiso de la creación de 140 millones de hectáreas de espacios protegidos y la dotación de más de 500 millones de dólares para su gestión. Además, la organización ha llamado la atención sobre la necesidad de proteger estos espacios ante nuevos impactos como el cambio climático o la explotación de recursos energéticos a partir de combustibles fósiles.
Los expertos en conservación de WWF se sumaron a otros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), gobiernos y a otras organizaciones, así como a representantes del sector privado en el Congreso Mundial de Parques para discutir la protección y gestión de los hábitats y ecosistemas frágiles, muchos de los cuales son esenciales para la supervivencia humana. En este congreso se han producido destacados avances en cuanto a la declaración de nuevos espacios protegidos y a las mejoras en su gestión.
Desde el año 2003, Madagascar, uno de los países más ricos en biodiversidad del mundo ha triplicado el número de sus áreas protegidas mediante la creación de 95 nuevos sitios, y la dotación de 50 millones de dólares para su conservación y gestión. Su presidente incluso en este congreso se comprometió a ampliar el área marina protegida del país y a establecer la gestión comunitaria de los recursos costeros.
Malasia, país integrado en la Iniciativa del Triángulo de Coral de WWF, se comprometió a garantizar la protección de cerca de un millón de hectáreas de océano en el estado de Sabah en 2015. Más de 80.000 personas residen en la costa y en la isla de Sabah y dependen de la pesca para su sustento. Una de las iniciativas previstas del gobierno es la creación del Parque Tun Mustapha, una importante área marina que necesita protección frente a la sobrepesca, las prácticas pesqueras destructivas y la contaminación.
Fiji, otro país de la Iniciativa del Triángulo de Coral, anunció planes para aumentar su número de áreas marinas gestionadas localmente para que las comunidades puedan tomar sus propias decisiones sobre la mejor manera de maximizar los beneficios proporcionados por sus recursos naturales. Fiji también tiene la intención de proteger casi un tercio de sus aguas costeras, y Gabón casi un cuarto. Las áreas marinas protegidas pueden proteger a las poblaciones de peces del colapso, facilitándoles un lugar para crecer, controlando los niveles de captura no sostenibles y la degradación del hábitat. WWF recuerda que alcanzar al menos el 10% de nuevas áreas marinas protegidas es una de las prioridades de conservación a nivel mundial y recogida en el Convenio de Biodiversidad.
Otro tema clave de este encuentro ha sido el anuncio del Gobierno de Perú de unirse a WWF y a otros socios para formar una nueva alianza destinada a asegurar la financiación a largo plazo para las 76 áreas protegidas del Amazonas, así como garantizar la inclusión de las comunidades indígenas en la gestión del espacio natural. Además, Bután ha duplicado su cobertura de áreas protegidas a más del 50 por ciento, la más alta del mundo. Bután también anunció el que destinará 50 millones de dólares para el fondo de conservación, que se inspira en la Amazonía brasileña ARPA (Amazon Region Protected Areas Programme la red de espacios protegidos promovido por WWF). La vecina China dijo que se ha acelerado el despliegue de nuevas reservas naturales, incluidos los hábitats de los pandas en peligro de extinción y los tigres.
A nivel mundial, las áreas protegidas juegan un papel esencial en la reducción del carbono en la atmósfera, sin embargo, cada vez están en mayor peligro por el cambio climático. En este Congreso Mundial de Parques, WWF ha presentado una nueva Metodología de adaptación al cambio climático para áreas protegidas, conocidos por su acrónimo CAMPA, que puede ayudar a reforzar la resiliencia de los parques.
WWF también se unió a otras ocho organizaciones para pedir que los Sitios Patrimonio Mundial sean zonas prohibidas para el petróleo, el gas y la minería de exploración y extracción, que son una amenaza que se cierne sobre muchos espacios naturales. Dichas amenazas son cada vez mayores y afectan a multitud de espacios, como hemos podido ver en los últimos meses con el caso de Virunga, en grave peligro por las prospecciones petrolíferas de la compañía SOKO. También España sufre este tipo de amenazas como por ejemplo la creación de un almacén de gas bajo el subsuelo del parque de Doñana.
Según Luis Suárez, responsable de especies de WWF España: “Los ecosistemas de los espacios protegidos proporcionan múltiples servicios ambientales, como el abastecimiento de agua, de aire fresco o la seguridad alimentaria, de las que dependen millones de personas en todo el mundo”. Y concluye: “Debemos proteger estos recursos de la voracidad del ser humano en su búsqueda de recursos energéticos a partir de combustibles fósiles”.
Cristina Martín | WWF