WWF denuncia en Bruselas la autorización de las prospecciones petrolíferas de Repsol en Canarias
Tras el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente a las prospecciones petrolíferas de Repsol en aguas profundas de Canarias, WWF ha presentado una queja ante la Comisión Europea por el incumplimiento de la normativa comunitaria. Según la organización, el Ministerio ha aprobado la evaluación de impacto ambiental del proyecto sin analizar adecuadamente la riqueza natural de la zona afectada, entre otras graves deficiencias que vulneran las directivas europeas de protección de la naturaleza. WWF espera que las instituciones europeas impidan a Repsol perforar en el área más importante para los cetáceos de toda la UE.
Una semana después de la autorización de las prospecciones petrolíferas en aguas de Lanzarote y Fuerteventura, WWF ha denunciado en Bruselas esta amenaza para el futuro de Canarias. La organización ha presentado una queja contra España ante la Comisión Europea al considerar que la decisión del Gobierno vulnera el Tratado de la Unión Europea, la Directiva 92/43/CEE de protección de los hábitats, y la Directiva 2011/92/UE de impacto ambiental.
“Hemos denunciado ante el Tribunal Supremo los permisos de investigación otorgados por el Gobierno y ahora denunciamos ante Bruselas la declaración de impacto ambiental aprobada, ya que permite las prospecciones en el mayor núcleo de ballenas y delfines de toda la Unión Europea”, ha declarado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.
WWF alega que el Estado español ha infringido la Directiva hábitats de la UE al permitir las prospecciones sin haber investigado suficientemente la riqueza biológica de los lugares afectados. Para WWF, llama la atención que las localizaciones de los sondeos están justo en el límite del área estudiada por el proyecto Life Indemares, que descubrió los grandes valores ambientales de la costa oriental de Lanzarote y Fuerteventura. Según las conclusiones del proyecto, la zona es una de las más importantes del mundo para los cetáceos, con presencia de 29 especies, algunas de ellas amenazadas y todas protegidas por la legislación europea. De hecho, el Ministerio de Defensa ya reconoció esta riqueza declarando la zona como libre de sónar, tras unas maniobras militares que produjeron la muerte de más de una decena de zifios en 2002.
“Las ballenas no saben leer el BOE. El Gobierno ha dividido artificialmente la zona en la que viven las ballenas, protegiendo un lado y permitiendo las prospecciones petrolíferas justo en el otro. Es una arbitrariedad que no puede ser tolerada por las instituciones europeas”, ha añadido Juan Carlos del Olmo.
Además, WWF argumenta que el Estado español ha autorizado los sondeos sirviéndose del retraso en la declaración del área marina protegida que linda con los terrenos a prospectar, lo cual vulnera el Tratado de la Unión Europea. La declaración del “Espacio marítimo del oriente y sur de Lanzarote-Fuerteventura” como área protegida de la Red Natura 2000 ha sido manifiestamente demorada, pues las otras 9 zonas marinas que formaban parte del proyecto Life Indemares ya han sido aprobadas. Según WWF, las prospecciones no hubiesen podido ser autorizadas si el espacio ya hubiese sido declarado ya que aun situándose fuera del área protegida afectarán a las especies marinas para cuya protección fue especialmente creada.
Según WWF, el proyecto también vulnera la Directiva europea de impacto ambiental, pues no analiza adecuadamente el enorme rechazo social y está lleno de vaguedades e indefiniciones: no se identifican adecuadamente las afecciones sobre la fauna, los ecosistemas, la pesca y la población local, ni se especifican las medidas para atenuar los previsibles impactos de la actividad.
“Repsol está a punto de perforar en el corazón de la mayor población de ballenas de Europa y desde WWF haremos todo lo que esté en nuestra mano para impedirlo. Seguiremos oponiéndonos con todos los medios legales a nuestro alcance para detener la oleada de prospecciones petrolíferas que amenaza ya el 12% de nuestras aguas territoriales”, ha concluido Juan Carlos del Olmo.
Guillermo Prudencio | WWF