Más de un millón de firmas contra los transgénicos
Las organizaciones ecologistas Greenpeace y Avaaz han reunido más de un millón de firmas contra el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) en la Unión Europea, con el objetivo de obligar a Bruselas a revisar su propuesta de autorizar la siembra de transgénicos a nivel comunitario y dar más libertad a los gobiernos nacionales para vetarlos en su territorio.
Esta recogida de firmas constituye un instrumento que prevé el nuevo Tratado de Lisboa y que se llama ‘Iniciativa Ciudadana’ para que los ciudadanos puedan pedir a la Comisión Europea propuestas legislativas sobre cuestiones concretas si logran reunir un millón de firmas, procedentes de al menos un tercio de los Estados miembros.
«Es un paso gigante para la democracia en la UE. Los ciudadanos europeos han dado al presidente Barroso más de un millón de razones para escuchar a la sociedad y actuar desde la precaución y la cautela en lugar de favorecer sistemáticamente los intereses de la industria de los transgénicos», ha dicho en un comunicado el director ejecutivo de Avaaz, Ricken Patel.
«Las gentes de todos los rincones de Europa saben que los transgénicos son malos para la agricultura y para la alimentación. Los europeos estamos hartos de que la Comisión Europea de Barroso favorezca a las empresas y apruebe transgénicos, a pesar del rechazo mayoritario de los ciudadanos. El gigantesco apoyo que ha recibido esta iniciativa demuestra que los ciudadanos quieren una moratoria mientras no se hayan resuelto los problemas éticos y científicos de los transgénicos», ha opinado por su parte Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace en España.
ENTREGARÁN EL DOSSIER A DURAO BARROSO
Una vez que las organizaciones ecologistas han conseguido superar la cifra de apoyos exigida, prevén entregar en mano el dossier al presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso.
Sin embargo, un portavoz comunitario ha advertido este miércoles de que la Iniciativa Ciudadana Europea «no está aún en marcha, por una cuestión puramente legal», ya que aún está debatiéndose en la Eurocámara. Bruselas confía en que la adopción formal se produzca de aquí a finales de año.
El portavoz también ha dicho que prevé que la petición formal de Greenpeace y Avaaz llegue «antes de final de mes» a la Comisión y que ésta «tome nota» de la iniciativa y de «la importancia del número de firmantes» del texto.
Además, ha dejado claro que la exigencia de los ecologistas para que se introduzca una moratoria a los cultivos de transgénicos mientras se refuerzan los sistemas de evaluación de riesgo no va a alterar los procedimientos que se siguen para la autorización de OGM. «Los procedimientos no cambian. Están basados en datos científicos y sometidos al dictamen de los Estados miembros», ha insistido el portavoz comunitario, tras recordar que hay varios productos transgénicos pendientes de aprobación.
MÁS LIBERTAD PARA VETAR TRANSGÉNICOS
Con su propuesta, Bruselas pretende dar más libertad a los Estados miembros a la hora de vetar en su territorio el cultivo de un transgénico, pese a que su siembra haya sido autorizada a nivel comunitario. Países como España rechazan esta posibilidad porque temen que se trate una ‘renacionalización’ de políticas europeas.
Por su parte, países como Austria, Hungría o Luxemburgo, se oponen al cultivo de transgénicos porque quieren proteger y potenciar la agricultura ecológica y tradicional. Otros, como Países Bajos, son defensores del cultivo de OGM.
El 80 por cienti del espacio dedicado al cultivo de transgénicos en toda la Unión Europea está en España, que dedica cerca de unas 90.000 hectáreas de sus campos a sembrar el maíz transgénico MON 810. Sólo cinco países (República Checa, Rumanía, Portugal y Eslovaquia, además de España) autorizan este cultivo, según datos de 2009.
Fuente_Ecoticias