Conservar las Áreas Marinas Protegidas favorece la economía y el empleo
El catamarán WWF Solar, la goleta Karyam, de la empresa Cetáceos y Navegación junto al pescador artesanal Miguel Hernández, zarpaban del Puerto de Mazarrón (Murcia), para divulgar la riqueza y las amenazas del entorno marino de Cabo Tiñoso. La razón de esta travesía es mostrar la importancia de crear Áreas Marinas Protegidas (AMP) en España, que sirvan para conservar la biodiversidad pero también la economía y el empleo a largo plazo, a través de actividades bien gestionadas y sostenibles, como la pesca artesanal, la navegación sin motor, el avistamiento de cetáceos o el buceo deportivo. WWF trabaja en la actualidad para impulsar la creación de una AMP en la zona.
En la penúltima escala de la campaña ‘Embárcate’, que este año navega bajo el lema ‘Descubre tus paraísos marinos’ WWF se ha unido a la empresa de ecoturismo, Cetáceos y Navegación y al pescador artesanal, Miguel Hernández, invitando a visitantes y medios de comunicación a realizar una travesía en la futura Área Marina Protegida de Cabo Tiñoso. Actualmente sólo El Cachucho, en las costas de Asturias, posee este estatus de protección.
Con este viaje los organizadores han querido quieren poner de manifiesto la importancia de proteger zonas, que, como Cabo Tiñoso, incluyen hábitats y especies de enorme interés para la conservación del medio marino, incluidos los recursos pesqueros.
Para Oscar Esparza, Experto en Áreas Marinas Protegidas de WWF, recuerda: “No debemos olvidar, que el buen estado ecológico del mar, como en el caso de la creación de Áreas Marinas Protegidas, beneficia el desarrollo de actividades económicas muy rentables como la navegación a vela, el buceo deportivo, la pesca artesanal o la observación de aves y cetáceos”.
Todo el entorno marino de la Región de Murcia ha sido designado por WWF como uno de los 20 paraísos marinos de España, por sus valores naturales y por la urgencia de actuar para conservarla, debido a las amenazas a las que se enfrenta. Sus fondos marinos albergan ecosistemas únicos en el Mediterráneo que dan cobijo a especies como la tortuga boba o los delfines mular y listado. En tierra, este litoral es el hábitat de numerosas especies en peligro, como la tortuga mora, o rapaces como el águila-azor perdicera. La presión urbanística pone en riesgo la supervivencia de estos espacios, pero también las grandes infraestructuras, como puertos deportivos y comerciales, la sobrepesca o los vertidos contaminantes desde tierra.
Esparza añade: “Es necesario alcanzar los compromisos adquiridos por el Gobierno, de dotar de protección al menos al 10% de los mares españoles antes del 2020. En la actualidad no se alcanza el 1%”.
Y añade: “La escasa costa bien conservada que nos queda, está altamente amenazada por las actividades humanas y la mala gestión y aplicación de la ley. Un claro ejemplo es la propuesta de reformar la Ley de Costas, disminuyendo la protección del litoral, generando inseguridad jurídica y fomentando la especulación. De seguir por esta senda, casos como el de Cabo Cope, en Murcia, donde se rebajó el estatus de protección de toda una franja de costa para permitir un macro proyecto urbanístico, serán cada vez más frecuentes”.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, una costa bien conservada genera unos beneficios de unos 8.000 millones de euros al año (el 10% del PIB).
Carmen Arufe | WWF