Cambiar de dieta es luchar contra el cambio climático, según WWF/ADENA
Los ciudadanos pueden contribuir, en su día a día, a luchar contra el cambio climático modificando sus hábitos de consumo y adoptando una dieta en la que la leche y la carne estén menos presentes, según el director de comunicación de WWF/ADENA, Miguel Ángel Valladares.
Este biólogo ha pronunciado la primera ponencia de las Jornadas de Naturaleza y Medio Ambiente organizadas por la Guardia Civil de Cantabria con la colaboración de otras instituciones, que hoy han comenzado en Santander.
También ha participado en esta primera jornada el presidente del Comité Científico Español de Investigaciones Antárticas, Jerónimo López Martínez, con una conferencia sobre la protección ambiental y el cambio climático en las regiones polares.
Valladares ha explicado, en un encuentro con periodistas, que con el ritmo actual de consumo de recursos naturales, muy por encima de la capacidad de la naturaleza para generarlos, «tendríamos planeta para 50 años».
«Se consume demasiado y cada vez más», ha apostillado este experto, quien ha hecho hincapié en el importante papel que juega cada uno de lo habitantes de la tierra para impedir el «colapso del ecosistema», si toma medidas como cambiar su dieta por otra menos rica en leche y carne, como la malaya.
De hecho, según WWF/ADENA, si se sigue con el ritmo actual de consumo de recursos, la humanidad necesitaría tres planetas en 2050.
Si se logra que el 95 por ciento de la energía se genere con renovables y se mantiene el mismo tipo de alimentación, se seguirían necesitando dos planetas. Pero con una dieta como la malaya, la previsión baja a 1,3 planetas.
Ya se han producido «episodios de colapso» de los recursos naturales, ha señalado Valladares, quien ha destacado que la sobreexplotación del mar ha terminado con la mitad del stock de los recursos pesqueros.
En su opinión, las soluciones para evitar el colapso del planeta pasan, sin duda, por un cambio de modelo de desarrollo y progreso, que no tendría que medirse, ha insistido, con indicadores como el PIB, sino con otros que vayan más allá de lo económico y midan por ejemplo la biodiversidad.
El presidente del Comité Científico Español de Investigaciones Antárticas ha recordado, por su parte, que aunque los polos sean zonas remotas, son «extraordinariamente importantes» para todo el planeta, porque lo ocurre allí tiene repercusiones en el resto de la tierra.
Los polos son además indicadores «muy claros» del cambio climático y en sus hielos hay registros de los cambios del pasado, que permiten detectar en qué grado el ser humano es culpable de lo que está sucediendo.
La Antártida, con un territorio 28 veces superior al de España, es un lugar único en el mundo para los científicos que se dedican a estudiar el cambio climático, ha subrayado Jerónimo López, quien ha añadido que en las regiones polares se han acelerado los efectos del cambio climático, que va cuatro o cinco veces más rápido que en el conjunto del planeta.
Fuente_EFE Verde