Amigos de la Tierra reclama que el Plan Estatal Marco de Residuos avance hacia el Residuo Cero
Hoy, 27 de abril, se cierra el plazo para presentar alegaciones al Plan Estatal Marco de Residuos (PEMAR) en proceso de evaluación ambiental estratégica. Amigos de la Tierra he enviado alegaciones, apuntando la necesidad de incluir soluciones que eviten el desaprovechamiento de los residuos como recursos naturales. En la actualidad se elimina el 70% de los residuos generados en vertederos e incineradoras, en vez de reutilizarse o reciclarse de forma adecuada.
El nuevo plan sustituirá al actual Plan Nacional Integrado de Residuos que terminaba su plazo de vigencia a finales de 2015. El proceso para la elaboración del borrador se prevé que termine en otoño de este año, y es ahora cuando se ha abierto el plazo de participación de la sociedad civil.
Amigos de la Tierra señala que una de las carencias del borrador del Plan es la inexistencia de un objetivo para la recogida separada de los biorresiduos. Los biorresiduos suponen el 42% de la bolsa de basura, según la Ley de residuos 22/11 se debe reciclar en un 50% para 2020 y, en 2016, se debe restringir su depósito en vertederos respondiendo a la Directiva de Vertederos. Sin embargo, en el documento, no se plantea un porcentaje en la recogida selectiva, cuando esta medida sería básica para alcanzar el objetivo de reciclaje propuesto y por tanto de retirada de los vertederos. Una de las principales solicitudes de Amigos de la Tierra va en este sentido: es prioritario y urgente establecer medidas de separación de los biorresiduos en origen.
La recogida separada de los diferentes materiales sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la gestión de residuos. La incorporación de nuevos modelos permitiría mejorar las cifras actuales de recogida, ahora estancadas en un escaso 18%, y en consecuencia aumentar el reciclaje. Las experiencias existentes en el Estado y en otros países indican que sistemas como la recogida Puerta a Puerta o sistemas de Depósito, Devolución y Retorno, incrementan las cifras superando el 80% de recogida separada.
El borrador del plan denota la falta de objetivos que apuesten por medidas eficaces para aumentar el reciclado, pero además incorpora un objetivo de incineración del 15%. Estos procesos de eliminación deben situarse al final de la cola del sistema, quedando como sistemas marginales y sólo en caso de ser necesarios. Sin embargo, al marcar un objetivo mínimo, se limitan los primeros pasos de la pirámide, como la reducción, la preparación para la reutilización y el reciclaje, forzando además a la fabricación de infraestructuras poco flexibles, que requieren de altas cantidades de residuos para ser rentables. Los últimos estudios del Instituto de salud Carlos III ponen el punto de mira sobre los impactos de las instalaciones de incineración y co-incineración sobre la salud de las comunidades cercanas, relacionándolo con el incremento significativo de cáncer estomacal y de pleura [1]. Estos deberían ser argumentos de peso para no promover bajo ningún concepto este tipo de sistemas desde las administraciones.
La organización ecologista a su vez solicita que prevalezca la preparación para la reutilización, estableciendo estrategias adecuadas de recogida separada, estableciendo porcentajes separados de los objetivos de reciclaje e incluyendo entre los residuos reutilizables los envases de plástico PET y vidrio. En esta línea es primordial que las administraciones actúen con firmeza para acabar con la obsolescencia programada.
En la situación actual de sobreconsumo de recursos naturales y de una gestión de residuos basada en la eliminación de los mismos, es necesario cambiar el modelo y garantizar resultados para avanzar hacia una economía circular limpia.
Alodia Pérez | Amigos de la Tierra