Amigos de la Tierra insta a avanzar hacia un modelo basado en la Energía Comunitaria
En el Día Mundial de la Energía, 14 de febrero, Amigos de la Tierra aprovecha la ocasión para recordar la urgencia de establecer unas bases legales para transformar el modelo energético actual en uno basado en energías comunitarias renovables.
La ciencia y todos los organismos internacionales ponen el modelo energético en el centro de la crisis ambiental y social que estamos viviendo a escala planetaria. La adicción de las sociedades industrializadas a los combustibles fósiles está en el origen de la pobreza energética, el cambio climático y la destrucción de comunidades locales en todo el planeta.
Con el fin de solventar estos problemas y situar las fuentes de energía en manos de las personas, es necesario establecer un marco legal a nivel europeo que permita fomentar proyectos de energía comunitaria basados en recursos renovables. El informe Energía Comunitaria: marcos legales para la ciudadanía europea [1], elaborado por Client Earth para el proyecto Community Power /Energía Comunitaria [2], busca ofrecer las claves legales necesarias para crear un escenario propicio donde la ciudadanía no sea simplemente consumidora de energía, sino que sea su propia productora.
En este contexto el concepto de energía comunitaria no ha de ser restrictivo, sino incluir un amplio rango de modelos que faciliten y engloben la participación de la ciudadanía en la producción y el uso de las energías renovables. Este marco ha de garantizar la intervención efectiva de la sociedad y la obligación, por parte de las administraciones a todos los niveles, de fomentar este tipo de proyectos. Para esto es necesario fijar objetivos no solo de energía renovable, sino también de energía comunitaria, así como proporcionar fondos para financiación y apoyo, a la vez que se ponen medios suficientes para investigar e implantar las iniciativas.
“Los combustibles fósiles, desde su extracción hasta su consumo, son ahora mismo una causa de problemas ambientales y sociales”, ha señalado Alejandro González, responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra. “El uso de carbón, gas y petróleo significa una fuente de trabajo insalubre y mal remunerado; su extracción es una fuente directa de contaminación del entorno y de destrucción de los medios de vida de las comunidades afectadas. Utilizarlos para el transporte, la agricultura y la generación eléctrica y térmica es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero. No podemos dar un paso más en esa dirección”, ha concluido González.
Afortunadamente hay alternativas renovables que son ya competitivas y que están avanzando vertiginosamente en cuanto a su rendimiento y sobre todo capacidad de gestión. De esta manera es posible poner la generación de energía a pequeña escala a disposición de las personas, a través de infraestructuras sostenibles, que permitan satisfacer una demanda sensata de acuerdo a las necesidades de bienestar y no al derroche en su consumo.
Amigos de la Tierra exige por tanto el fin de las políticas que mantienen el uso de los combustibles fósiles, cada vez más escasos, y cambiarlas por medidas que apuesten por un modelo local de generación eléctrica renovable. La organización mantiene que este sistema es viable, que necesita ponerse en manos de la ciudadanía y que debe ser partícipe de las iniciativas de energía comunitaria para revolucionar el sistema energético.
Teresa Rodríguez | Amigos de la Tierra