La Presidenta de Brasil guarda silencio mientras el mundo exige que vete la ley que sentencia el futuro de la Amazonía
Madrid, 11 de mayo de 2012 —Tres de las mayores organizaciones internacionales de conservación y movilización social, WWF, Greenpeace y Avaaz, lanzan hoy una campaña para pedir a sus más de 22 millones de seguidores que exijan a la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff , el veto total al Código Forestal aprobado ya por el Congreso de los Diputados el pasado 25 de abril.
WWF, Greenpeace y Avaaz denuncian que los cambios propuestos en el Código Forestal suponen un duro revés a los avances logrados hasta el momento para frenar la deforestación y tiran por tierra los esfuerzos realizados para combatir la corrupción en la región amazónica.
Hasta el momento, más de 1,3 millones de personas de todo el mundo han firmado la petición de Avaaz para exigir a la Presidenta Rousseff el veto al Código Forestal. Esta cifra aumentará de forma exponencial en los próximos días. Además, cientos de miles de seguidores de WWF y Greenpeace han lanzado una campaña de movilización a través de sus redes sociales utilizando #SOSBrazil y #VetaTudoDilma en Twitter y posteando de forma directa en la página de Facebook del partido de presidenta, Partidodos Trabalhadores.
La petición será difundida a través de los millones de seguidores de las organizaciones con el fin de hacer llegar a las embajadas brasileñas de los respectivos países su frontal oposición a esta Ley Forestal que pone en jaque el futuro de la Amazonía.
Por su parte, la presidenta Rousseff no ha realizado ninguna declaración pública sobre cuál será su postura ante el texto aprobado por el Congreso el pasado 25 de abril. Las organizaciones afirman que solo un veto total a esta ley podría salvar los bosques brasileños y el clima mundial. La Presidenta recibió esta semana la actual versión y tiene de plazo hasta el próximo 25 de mayo para realizar un veto total o parcial de la ley o permitir que se promulgue.
“Durante la última década, Brasil ha realizado un progreso ejemplar en la reducción de la deforestación en la Amazonía. Sabemos que la presidenta Rousseff está siendo muy presionada por aquellos que buscan un beneficio a corto plazo del bosque, pero le exigimos que defienda la protección de los recursos forestales, que son de importancia vital para el futuro de la población brasileña y el resto del mundo”, afirma Jim Leape, Director General de WWF Internacional.
El Instituto Brasileño de Investigación Económica Aplicada (IPEA) ha estimado que la nueva legislación podría suponer una pérdida de 76,5 millones de ha. de bosque, lo que supondría liberar a la atmósfera de 28.000 millones de toneladas de CO2. Esto impediría que Brasil cumpla con sus objetivos de reducción de emisiones.
Igualmente, esta ley conlleva la amnistía para aquellos que han deforestado de forma ilegal hasta 2008, lo que se traduce en la condonación de 4.800 millones de dólares en sanciones.
Miles de personas de todo el mundo están respondiendo a la llamada para presionar a las embajadas brasileñas de sus países para exigir a la presidenta Rousseff que salve la Amazonía. Cerca de un 80% de la población brasileña rechaza esta ley y, hasta el momento, más de un millón
de personas de todo el mundo han sumado su rechazo. La presidenta Rousseff enfrenta una elección: firmar la sentencia de muerte de la Amazonía o proteger los pulmones del planeta y convertirse en un ejemplo de responsabilidad para todos”, afirma Ricken Patel, Director Ejucutivo de Avaaz.
“La presidenta Dilma Rousseff hace frente a un momento decisivo en su mandato. La elección es clara: puede ignorar la llamada de la población y promover la desaparición de la Amazonía con la aprobación del nuevo Código Forestal, o ejercer su poder de veto y apoyar la creación de una nueva Ley de Deforestación Cero. Le instamos a que asuma la postura de liderazgo visionario que entiende el poder como un acto de responsabilidad”, declaró Kimi Naiddo, Director Ejecutivo de Greenpeace.
Coral García Barón | WWF