Lanzan campaña internacional contra la cooptación empresarial de Naciones Unidas
Con ocasión de la Jornada “España camino a Río+20. Encuentro de la Sociedad Civil” del Ministerio de Medio Ambiente que se celebra hoy en Madrid, cientos de organizaciones sociales denuncian la peligrosa influencia empresarial en las negociaciones preparatorias de la cumbre Río+20.
Varias organizaciones sociales aprovecharán hoy la Jornada “España camino a Río+20. Encuentro de la Sociedad Civil” que la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente celebran en el Real Jardín Botánico de Madrid, para denunciar las presiones que ejercen las empresas multinacionales con el fin de bloquear soluciones efectivas para problemas relativos al cambio climático, el derecho a la alimentación, la violación a los derechos humanos, el abastecimiento de agua, la salud, la pobreza y la deforestación”.
Del 20 al 22 de junio los gobiernos se reunirán en Brasil para la Conferencia sobre Desarrollo Sustentable, Río+20, en medio de una crisis ecológica y social sin precedentes. “Sin embargo, por lo que vemos en las negociaciones preparatorias, la conferencia va muy mal encaminada. El Borrador Cero de la Declaración de Río+20 destaca el papel de las empresas como promotoras de la mal llamada ‘economía verde’ y se apuesta por falsas soluciones basadas en los mecanismos de mercado que benefician principalmente a las mismas corporaciones que han causado la actual crisis financiera-económica, climática y alimentaria”, como explican ACSUR-Las Segovias, Ecologistas en Acción, Enginyeria Sense Fronteres, Entrepueblos, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y el Obervatorio de las Multinacionales en América Latina (OMAL).
El resultado que se espera de Río+20 plantea enormes preocupaciones acerca de la creciente influencia de las grandes empresas y grupos de lobby dentro de la ONU: su influencia en las posiciones de los gobiernos en las negociaciones multilaterales; su hegemonía en determinados espacios de discusión y organismos de la ONU. “Cada vez más vemos que las políticas de la ONU no responden al interés de la ciudadanía, sino que apoyan a los intereses económicos y comerciales del gran capital. La ONU está cooptada por las corporaciones transnacionales.” enfatizan las ONG.
Más de 230 organizaciones de todo el mundo ya han firmado la declaración “No mas control y cooptación empresarial de las Naciones Unidas”, con la que han lanzado una campaña internacional para exigir que la ONU sea liberada de la cooptación empresarial. Entre los iniciadores están Amigos de la Tierra Internacional, La Vía Campesina, Jubileo Sur, el Transnational Institute, la Marcha Mundial de las Mujeres y el Servicio de Paz y Justicia en América Latina/SERPAJAL.
En el escrito, que se entregará hoy al Ministro Arias Cañete, proponen que la Cumbre Río+20 debe aprovecharse para ponerle punto final al control empresarial de Naciones Unidas y las asociaciones dudosas entre la ONU y las empresas (como el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible), así como terminar con el acceso privilegiado que se le ha otorgado al sector empresarial, y a la influencia ilegítima que dicho sector ejerce en importantes procesos y decisiones multilaterales.
“Las políticas a favor de mercados –para el comercio de carbono, la biodiversidad, el agua, suelo-es un ejemplo de cómo se promueven falsas soluciones de cara a Río+20, que están al servicio de intereses empresariales afectando a millones de personas y profundizando la crisis ambiental”.
Acusan a las agencias de la ONU como UNICEF, el PNUD, la OMS y UNESCO de dudosas asociaciones con empresas transnacionales. El PNUMA estableció asociaciones con ExxonMobil, Río Tinto, Anglo American y Shell, que son empresas que están implicadas en violaciones de los derechos humanos y destrucción de la biodiversidad. Otros ejemplos de asociaciones similares son: Coca Cola con el PNUD, y BASF y Coca Cola con UNHábitat. “Tales asociaciones no solo vulneran la credibilidad de la ONU, también socavan su capacidad de respuesta frente al sector empresarial y su voluntad para regularlo cuando está implicado en abusos a los derechos humanos, sociales y ambientales,” explican.
Reclaman que la ONU sirva realmente al interés público, revise y democratice sus procesos de toma de decisiones para garantizar que la sociedad civil tenga un papel más destacado. El sistema de participación en el Comité de Seguridad Alimentaria de la ONU puede adoptarse como modelo de cómo mejorar. “La ONU y los Estados miembro deben impedir las presiones que ejercen las grandes empresas y disolver las asociaciones público-privadas y los grupos de alto nivel que les otorgan a las grandes empresas una condición privilegiada en las negociaciones oficiales. Asimismo demanden que las delegaciones nacionales involucradas en las negociaciones de la ONU no deben incluir representantes del sector empresarial.
Por último, la ONU debe investigar y denunciar los impactos de las grandes empresas sobre las personas y el medioambiente y establecer un régimen jurídicamente vinculante que pueda exigirles a las empresas rendir cuentas de cara a la legislación en materia de derechos ambientales, humanos y laborales.
Tom Kucharz | Ecologistas en Acción