Aumenta la venta de productos ecológicos en Andalucía pese a la crisis
La venta de productos ecológicos y la importancia del impacto ambiental no sólo no han bajado como consecuencia de la crisis, a pesar de que estos artículos suelen ser más caros que los convencionales, sino que han aumentado durante el último año, según el Barómetro Andaluz de Consumo (BACO) de 2010.
Según este estudio, basado en 1.200 encuestas que realiza desde hace seis años el Instituto Andaluz de Estudios Sociales Avanzados (IESA) para la Junta de Andalucía, la venta de productos ecológicos aumentó seis puntos el año pasado al declarar el 44,1 por ciento de los encuestados que los había adquirido.
Este porcentaje es el más elevado desde 2006 y supone ocho puntos más que la tasa declarada en 2006, año en el que sólo el 36 por ciento de los encuestados declaraba comprar productos ecológicos.
Además, el BACO de 2010 también revela «la práctica desaparición de los que afirman desconocer» los productos ecológicos en Andalucía, un segmento de la población que ha pasado del 12,1 por ciento de los encuestados en 2007 al 3,8 por ciento en el pasado ejercicio.
Con todo, este estudio demoscópico matiza que «dado el escenario económico de contención de gasto», este crecimiento del consumo de productos ecológicos «tiene que ver más con movimientos en la oferta que con un incremento entre los consumidores de la disposición a pagar por este tipo de productos».
El BACO de 2010 sostiene que los productos ecológicos «parecen estar ganando en presencia y accesibilidad en la oferta de comercios y supermercados».
«Ya sea por las estrategias de marca de las grandes superficies o por el interés de los productores y distribuidores de la industria alimentaria en captar la confianza que los consumidores tienen en este tipo de productos, parece que la producción y consumo a gran escala de productos ecológicos y su abaratamiento están tomando cierta velocidad», añade el BACO de 2010.
El avance de los criterios ambientales en los hábitos de consumo de los andaluces también se confirma en el hecho de que el 53 por ciento de los encuestados asegura que tiene en cuenta los efectos ambientales a la hora de elegir el producto o el servicio que compra, el porcentaje más elevado desde 2006.
Este impacto del efecto ambiental a la hora de decidir una compra es sensiblemente más acusado entre la población más joven.