Invertirán 61 millones para agricultura ecológica y protección agroambiental en la Región de Murcia
Los Gobiernos europeo, español y murciano cofinanciarán entre 2016 y 2020 61,1 millones de euros en ayudas para agricultura ecológica (27,4) y protección agroambiental (33,7) en la Región, cuyo plazo de solicitud acaba el 15 de septiembre, informa la consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente. La UE aporta 63 de cada 100 euros y los 36 restantes los ponen el Estado y la Comunidad.
Habrá subvenciones para la protección de las aves esteparias (avutarda, ganga ortega, sisón, cernícalo primilla, ganda ibérica, aguilucho cenizo y alcaraván), cuya finalidad es mejorar sus condiciones de alimentación y reproducción con el cambio de algunas prácticas tradicionales de cultivo en las zonas cerealistas. Las destinadas a lucha biotecnológica deben fomentar el uso de técnicas de bajo o nulo impacto medioambiental y sobre el consumidor para combatir plagas con depredadores y enemigos naturales de ellas.
Las consignadas para la protección del paisaje agrícola en la red Natura 2000 pretenden compensar la baja rentabilidad de los cultivos evitando su abandono, con el daño que supondría por la pérdida de biodiversidad de la avifauna ligada a ellos y de paisaje, y proteger particularmente a avutardas, alcaravanes y sisones.
También hay ayudas para la trituración de la biomasa residual procedente de podas para evitar su quema, con lo que se acaba el riesgo de incendios y la emisión de CO2 y se aprovecha la materia orgánica para enriquecer el suelo, su fertilidad y su capacidad como sumidero de dióxido de carbono.
Otras subvenciones se dedican a la conservación de suelos y aguas para reducir el laboreo en la explotación y permitir que en algunas fajas de terreno agrícola se desarrolle la vegetación natural, con lo que se reducen los arrastres de suelo con lluvias torrenciales y se mitiga la pérdida de suelo fértil.
Las de agricultura ecológica subvencionan la conversión a ella para recuperar y mantener la fertilidad de los suelos y su equilibrio natural, conservar la diversidad biológica, contribuir a paliar el cambio climático al reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire, los cauces de agua y los suelos.
Los beneficiarios tendrán que ser agricultores en activo y estar inscritos como operadores en el Consejo de Agricultura Ecológica de la Región, así como disponer de terrenos dedicados al cultivo de hortalizas, cítricos, viñas, olivos, arroz, cultivos herbáceos de secano, frutales de hueso y de pepita, frutos secos y aromáticas.
La Verdad