Accidentes aéreos

Según todos los estudios realizados, el avión es el medio de transporte que más seguridad ofrece, de hecho es el que solemos utilizar todos cuando tenemos que hacer algún viaje internacional o queremos ahorrar tiempo y dinero para desplazarnos de un punto de nuestro país a otro. Hasta aquí todo son ventajas y comodidades. No obstante, en los últimos años la población ha experimentado un incremento del miedo a volar a causa de los últimos desastres o accidentes aéreos. Se acaba de cumplir un año del fatídico accidente en Barajas donde hubo 154 víctimas mortales. Un desastre similar también fue el del polémico YAK- 42, que dejó sin vida a 62 soldados españoles. Son tragedias difíciles de olvidar.Pero no sólo el mundo real se hace eco de estos accidentes, ya que una televisión generalista tiene este año como producto estrella una serie de ficción que comienza con una de estas catástrofes, suceso que obliga a sus supervivientes a vivir en una isla desconocida, nos referimos a «Perdidos» que emite actualmente la cadena CUATRO.

Llegados a este punto, se estarán preguntando ¿Qué pinta un artículo de opinión relacionado con los accidentes aéreos en un medio que se limita a reflejar de forma exhaustiva todo lo que ocurre en el municipio de Pinoso? Pues ha llegado el momento de conocer la respuesta: a nivel local también existen catástrofes aéreas. Les contaré qué me ocurrió hace unos días. Mientras paseaba por uno de los parajes naturales vecinos a nuestra localidad me encontré con algo horrible: un accidente de avión. Me asusté porque parecía que nadie se había dado cuenta aún. Creo que yo fui la primera persona que lo vio. Había trozos del avión por todos por todo el suelo. Pero no era un accidente reciente, el avión debió caer hace días o incluso semanas sin que nadie se diera cuenta. Busqué con cierto temor víctimas, pero no había nadie, lo cual me alivió. Era muy raro, un avión destrozado como si hubiera caído del cielo y ni rastro de sangre ni de víctimas. Era lo que siempre suelen decir en las noticias, que lo peor de estos desastres son los cuerpos destrozados, pero aquí no había ninguno.

Después de recuperarme del susto, cuando me marchaba, me di cuenta de que en una de las alas del avión había una inscripción con el nombre de una empresa de Pinoso, entonces dí la vuelta al lugar buscando más pistas y vi que algunas de las piezas tenían impresos más nombre de comercios de nuestra localidad que por respeto omitiré. Fue al ver todas estas inscripciones que supe de qué vuelo se trataba. ¿Que cómo lo supe? Pues porque yo, al igual que todo el pueblo, pude ver cómo este aparato realizaba su vuelo durante el desfile de carrozas de este año 2009 durante las fiestas patronales de Pinoso. No hace falta decir quién era el piloto ni quiénes formaban parte de la tripulación, creo que ya es sabido por todos. Todas estas personas andan y caminan tranquilamente por el pueblo. Si el avión se estrelló quedando reducido a escombros ¿cómo es posible que estas personas sigan con vida sin siquiera sufrir arañazos o algún tipo de contusión? Sólo hay una posible explicación a todo este extraño caso: cuando el avión cayó a tierra no había ya nadie a bordo, la gente debió saltar en paracaídas antes del impacto contra el suelo. Ahora otra pregunta invade mi mente ¿algún sistema del avión falló o fue el piloto quién tomó la decisión de estrellar el avión en ese lugar? No lo sé, pero prefiero pensar que se trata de la primera hipótesis.

Es una pena porque este avión consiguió el primer premio en el desfile de carrozas, haciendo así a su tripulación beneficiarios de un agradable bocado económico. Yo pienso que parte de este dinero debería usarse para limpiar el lugar de malos recuerdos y colocar una placa en el caso de que haya habido alguna víctima mortal que desconozco. Es lo que se suele hacer. Siempre y cuando el aparato no haya sido colocado ahí de forma intencionada. Porque es curioso que los restos del avión hayan caído justamente encima de un vertedero incontrolado de escombros a la falda de una sierra cercana al término municipal de nuestro pueblo.

Yo como pinosera que disfruta de los parajes verdes que tenemos en nuestro término municipal me siento avergonzada de las personas que se dedican a depositar en el paraje de una localidad vecina la basura que sobra en nuestro municipio. Es frustrante cuando ves escombros, electrodomésticos o muebles inservibles en medio de aquellos lugares que nuestros mayores dedicaron sus vidas a preservar. Normalmente no sabes quién comete estas atrocidades y te quedas con esa frustración, pero en un caso cómo este no es frustración lo que siento, sino indignación porque sé quienes han sido los responsables de la proliferación de estos vertederos que hacen daño a la vista. Una indignación que se acrecienta cuando ves que quien permite esto es gente que se dedica a preservar la cultura y las tradiciones de nuestro pueblo. Pues les quiero decir algo a estas personas. La preservación del medio ambiente es igual o más importante que la preservación de la cultura. Quiero informarles que existen lugares específicos para depositar este tipo de materiales, les remito también un apunto escalofriante: el poliestireno expandido (también llamado corcho blanco) es reutilizable y tarda unos 1.000 años en descomponerse.

Como creo que en el fondo esta gente son buenas personas, espero que vuelvan al lugar de la catástrofe y retiren los restos del avión que han dejado allí borrando así las huellas del crimen y se limpien también la vergüenza ante la gente que les admiraba como yo. Si ellos mismos no quieren ensuciarse sus manos, les sugiero usar parte del premio que les dio su desafortunado avión para que alguien lo retire por ellos.

Para concluir sólo quiero decir que los desperdicios que nos sobran no debemos tirárselos al vecino, y que con la misma ilusión que se construye una carroza y se recoge un premio hay que desmontarla también y depositar los restos en el lugar adecuado.

Un saludo afectuoso de una vecina que espera que su indignación se convierta en agradecimiento.

MORALEJA: Rectificar es de sabios.

Fuente_pinosodigital